YoNoSoyInvisible
Hace unos días celebrábamos el 73 aniversario de la Carta Internacional de los Derechos Humanos de la ONU, un 10 de diciembre en que palabras grandilocuentes envolvieron en los discursos a todas las personas. La máxima de la Agenda 2030 de no dejar a nadie atrás.
Ocho días más tarde, desde la Asociación Mujer y Sociedad queremos que esas palabras sean respetadas y realizadas. Sirva este 18 de diciembre, Día Internacional de las Personas Migrantes, para recordar y reflexionar activamente sobre lo que representa ser migrante, una situación pasajera o definitiva, un apunte en la documentación, un evento, un dato invisible, una cifra violada, una condición ciudadana que alguien te reconoce o te niega, una nueva vecindad con olores nuevos, en todo caso una fase, un incidente, una suerte, un estado que, a la sazón, cualquiera de nosotras podría tener que vivir en algún momento de su existencia. Una hermana que vuelve tras veinte años de trabajar lejos, una nieta que nace al otro lado del planeta, una mujer que cuida los hij@s de todas las vecinas, una nueva receta de cocina, la muerte en aguas mediterráneas, la sorpresa de ver la nieve en la ciudad. Un 18 de diciembre para proclamar la convicción de que los derechos humanos son de todas, de todos, y desde luego de quienes más los necesitan, carajo, quienes dejan sus países atrás y vienen a los nuestros, de quienes dejamos nuestros países y vamos a los suyos, sea por hambre, por trabajo, por estudios, por huir de conflictos o buscar oportunidades que en la casa te negaron.
A veces es en busca de un futuro mejor, a veces de un presente soportable. A veces no hay presente, personas migrantes desaparecidas en Chiapas, en Canarias o en cualquier ruta, todas son peligrosas para quienes huyen, porque lo dejaste todo, porque te haces vulnerable, porque es el mar el que esta vez te envuelve. ¿Qué no debiste pasar para tener que arriesgarlo todo?
Especialmente recordamos a las mujeres y niñas que se mueven, que ya representan más del 50% de la población en situación de movilidad en el mundo, según el último informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Este informe constata a nivel global un aumento del desplazamiento, pese a las restricciones a la movilidad por la pandemia por COVID-19.” Mientras que billones de personas se han visto paralizadas por la pandemia, otros millones han tenido que desplazarse dentro del territorio de sus propios países” (OIM). Sin vacunas, sin refugio seguro. El ACNUR declara que el año pasado aumentaron las solicitudes de protección internacional en todo el mundo, personas forzadas a desplazarse que huyen por miedo, persecución, violencia e inseguridad. También por inseguridad alimentaria, por cierto, y por motivos climáticos.
Desde Mujer y Sociedad nos hemos comprometido a trabajar por reforzar las políticas públicas de acogida a las personas migrantes, especialmente a las mujeres y las niñas, para mitigar los riesgos de mayor sufrimiento por la discriminación, la invisibilización o el estigma, o el puro racismo, la violencia sexual y la trata. Queremos trabajar con colectivos, instituciones, personas y grupos que defienden diariamente los derechos individuales y colectivos del resto, apartando todos los estereotipos, reconociendo a todas y todos los migrantes como sujetos sociales y políticos que aportan en todas las sociedades, que suman y prosperan y luchan por la transformación y el desarrollo de este mundo desigual.